Creo que han sido días que nunca me habría imaginado, el estar compartiendo directamente el tiempo con mi hija; adolescente de 12 años .
Se ha convertido en un encantamiento mutuo, el de ir descubriéndose y mostrarnos tal como somos.
Como quisiera que se mantuviera pequeñita a mi lado por la eternidad, pero la ley de la vida es así.
Como quisiera que se mantuviera pequeñita a mi lado por la eternidad, pero la ley de la vida es así.
Solo esperar que estos lazos, se vayan fortificando y ojalá perduren por siempre…
1 comentario:
Que bien que compartas con tu retoño en tus vacaciones...es fácil ver la reverberación de dicha en tus palabras. También es fácil captar tu angustia por el primogénito que crece, y que se escapa a una nube particular...pero recuerda, es tu deber engrandecerla, y que tu papel es enseñarle a caminar por la vida.
Un amigo
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